El histórico dirigente radical se despegó de la polémica en base a los dichos de Facundo Manes, aunque coincidió en algunos conceptos. Además, en modo autocrítico, fue muy duro con el momento que vive el radicalismo al considerar que el espacio en la Provincia «está atravesando su peor momento histórico».
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La situación de la UCR es la de un polvorín a punto de detonar y salpicar esquirlas para todos lados, sobre todo debido a las intervenciones incendiarias de sus dirigentes como el legislador nacional Facundo Manes, quien despertó voces a favor y en contra, y en este sentido, el histórico dirigente avellanedense Juan Manuel Casella eligió distanciarse de la figura del legislador, restándole protagonismo, pero compartiendo la idea de efectuar un llamado para que el radicalismo «sea nuevamente protagonista», no sin antes, ejercer una pesada autocrítica».
«Comparto dos conceptos de Manes, uno es la idea de que en las PASO del año que viene la UCR debe presentarse para competir en JxC con formula propia. Tenemos el antecedente que durante el gobierno del 2015 al 2019 gobernó el pro y la UCR cumplió una función secundaria», analizó Casella en conversación con el programa radial Sin Retorno (lunes a viernes de 10 a 13 por GPS El Camino FM 90 .7 y AM 1260). «Hay que para ratificar la identidad radical y buscar influencia en decisiones de poder», continuó. «En segundo término, el hecho que nosotros debemos terminar con la grieta. La argentina si subsiste la grieta va a ser difícil implementar políticas de estado que requieran mas de un periodo. La grieta sirve para sectores políticos lamentablemente.»
Sobre el concepto «populismo institucional», Casella no se desprende de la idea al indicar en tren de crítica que «ese error lo comete Mauricio Macri». «Meses atrás dijo que Hipólito Yrigoyen había sido un político populista. Lo dijo a partir de la ignorancia. La palabra populista debe ser usada con cuidado».
Sobre los ataques sufridos por Manes luego de emitir su opinión y buscar argumentarlas en medios nacionales, Casella señaló que «la política tiene rasgos corporativos y esos rasgos se han acentuado», y agregó que «la argentina siempre fue un país de movilidad ascendente y eso se perdió en los últimos 12 o 15 años, y el acceso a los cargos públicos se volvió una tendencia», aseveró e implementó el concepto «oligaquización de la política» en torno a una visión «corporativa».
Luego, en torno a las diferencias sostenidas por el titular del radicalismo a nivel nocional, el gobernador Gerardo Morales y el Comité Provincia sostenido por Maximiliano Abad, consideró que «la UCR está jugando su interna».
«Se juega la interna de la UCR, se juegan los intereses electorales y es algo natural. Morales fue critico con Macri, dijo que la UCR no puede ser furgón de cola, y dijo que debe competir el radicalismo con identidad propia. Morales defiende la postura en su condición de presidente del Comité, en función de la Coalición, pero es una interna ya que tanto él como Manes aspiran a candidatearse», dijo Casella en la entrevista radial.
En otro sentido, el dirigente radical tomó distancia de la idea de Miguel Ángel Pichetto quien había sostenido la necesidad de que compitan Mauricio Macri y Cristina Fernández: «Macri y cristina son dos problemas, ambos apuestan a la profundización de la grieta y eso es malo, y va contra los intereses del país. Macri es una dificultad en al coalición, no solo para la UCR sino también para el PRO.»
«El peor escenario electoral sería la confrontación Cristina – Macri, porque así se consolida la grieta. Hay problemas estructurales que se solucionan con políticas de estado para recuperar el crecimiento del país. Pero con la grieta y la confrontación permanente, no se puede.»
«La UCR no puede volverse algo insignificante», reiteró Casella, y entendió que «el radicalismo de la Provincia está pasando su peor momento histórico», ya que en torno en el último tiempo no explosión dirigencia y surgimiento de figuras que logren aglutinar a la militancia: «Hoy las figuras no existen, porque no hay dirigentes. Es una responsabilidad de la UCR la de no haber podido incorporar gente. Hay, en general, una tendencia a la mediocridad».
Si bien hizo extensiva su crítica a lo nacional, Casella descartó la aparición de dirigentes que aglutinen, aunque destacó solo la del intendente de San Isidro, Gustavo Posse a quien sí ve con la amalgama de requisitos para competir por la gobernación.