El presidente Alberto Fernández partió de gira a Europa haciendo escalas en España, Alemania y Francia. No parece ser algo muy planificado con meses de anticipación para firmar acuerdos que se han trabajado entre las partes durante largas e intensas reuniones de técnicos especialistas de los distintos temas a tratar como suele ocurrir en las relaciones internacionales.
Por: Javier Vicuña, es analista internacional, Director del Centro de Estudios de Estrategia en Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Lomas de Zamora
Este no parece ser el caso ya que desde el mismo grupo cercano del presidente han manifestado que sería un viaje centrado en acuerdos económicos, luego que sería una gira especialmente política, mientras que a último momento trataban de lograr que las primeras figuras de cada país lo reciban y lograr así fotos que le den cierta relevancia política.
También se intentó con el papa Francisco pero no ha prosperado. Tal vez sea este viaje internacional una forma de tomar distancia y aire fresco de su realidad nacional.
El presidente chileno Gabriel Boric ha realizado declaraciones sobre las islas Malvinas y la relación entre Boris Johnson y Alberto Fernández. Su posición es abiertamente a favor del reclamo argentino y le interesaría poder acercar partes para darle una solución pacífica a esta situación. No es menor la postura del mandatario y es bienvenida, pero la realidad muestra que no pasarán de reuniones diplomáticas sin avances reales a favor de nuestro país. El poderoso es el Reino Unido nosotros no, fin de la charla.
Por otro lado, lo que busca Boric es desarrollar un sistema de recepción regional de inmigrantes venezolanos ya que hay una importante llegada de estos en el norte de Chile, vale decir pide que otros ayuden a recibir inmigrantes y descomprimir a su país en esta cuestión, pero no está teniendo gran repercusión la idea.
Finalmente, el 9 de mayo pasado se conmemoró el 77° aniversario del Día de la Victoria sobre las tropas nazis en la Segunda Guerra Mundial, el presidente ruso Vladimir Putin justificó la invasión a Ucrania y culpó a Occidente diciendo que “se estaba formando una amenaza inaceptable en nuestras fronteras y que la invasión fue una respuesta preventiva”. Más allá de la insólita posición de Putin lo cierto es que no pudo mostrar un triunfo como esperaba en la histórica Plaza Roja de Moscú.
No solo este fracaso se debe a las malas estrategias militares llevadas a cabo por los militares rusos, la mala logística cercana a la improvisación, la llegada muy rápida de pertrechos militares de países de la OTAN, sino que hubo un error de cálculo muy grande en lo referente a la política local ucraniana y a los residentes ruso parlantes.
Desde Moscú se pensaba que el gobierno ucraniano de rompería en mil pedazos y no ocurrió, pero lo más impactante tal vez fue que los ucranianos al padecer los bombardeos a sus ciudades, sus casas, el desprecio y el odio al agresor fue automático y generó una reacción lógica que solo no esperaron los líderes del Kremlin. Lo peor de todo es que nada está definido y la vergonzosa guerra no tiene un fin cercano aún.
Mientras tanto Europa en base al accionar de Rusia, está analizando firmemente aumentar los fondos que destina a defensa para poder estar en condiciones de actuar autónomamente frente a una agresión de Moscú de manera convencional con cierto éxito. En junio cuando se realice una nueva cumbre europea se discutirá esta nueva concepción estratégica.
Suecia y Finlandia tienen más fundamentos para querer integrar la OTAN, ya que tienen una debilidad concreta ante Rusia, y sumaría la protección nuclear dejando así de lado su cómoda posición de neutralidad. China e India juegan su propio juego buscando mantenerse equidistante quedando claro sus resquemores ante los otros actores que hoy tienen el protagonismo en el concierto internacional.
