La «Balcanización» alude al concepto de estado de fragmentación en partes más pequeñas y hostiles entre si. La historia demuestra que cuando un partido político surge de la esencia del pueblo, tiene continuidad en el tiempo, no solo por su compromiso social sino por su marcado sentido de pertenencia con los valores que representan los principios de libertad, igualdad, solidaridad y esa característica le permite conformar un proyecto de sociedad y de país.
Una columna de opinión por parte de Fabio Abraham, analista político, Exsecretario de Gobierno, Exconcejal de Lomas de Zamora y dirigente del radicalismo.
Lo contrario ocurre cuando un partido político surge por oportunismo o por un vacío de representatividad circunstancial, ayudado por medios afines para «vender» candidatos o propuestas rimbombantes, con lo cual erosiona al propio sistema, desvirtuando por completo el sentido que debe tener una democracia de partidos, apareciendo en lugar de los mismos, candidatos sin proyectos políticos, construidos con slogan sin ningún tipo de estructura, salvo los abundantes recursos económicos que facilitan los interesados de siempre para construir un futuro a su manera.
La resultante del armado de estas estructuras y sus representantes distritales, al carecer del compromiso con la sociedad, de la responsabilidad que ello implica, es que sólo ocupan un cargo para su beneficio personal como único objetivo, trasladándose como verdaderos saltimbanquis a los espacios que más le ofrezcan una vez que tienen la banca.
Estas son una alianza electoral entre quien aporta fiscalización en los distritos y el mediático de turno.
Claro que estos partidos se caracterizan por la uniformidad de conductas, donde las listas se resuelven en una mesa chica.
El PRO y sus satélites están atravesando la etapa señalada de balcanización, con una sumatoria de candidatos mediáticos, no saben ni pueden resolver su propia interna, con una mayoría de clásica formación peronista, cercana al estilo que dice: «Si estoy afuera me voy a otro lado».
Cada Kirchnerista que suman a JxC dicen «tener más musculatura» pero cuando ocupan el cargo y vuelven al FdT demuestran que no era musculatura sino un simple hinchazón.
Muestra de esto son las votaciones de los concejales en el conurbano, donde se pelean por quien es más cercano a los intendentes y en muchos casos llegan a concejales y se pasan al FdT.
Lomas de Zamora es el ejemplo más contundente de esta situación, ayer se pasó el concejal número cinco al FdT. Todos concejales del PRO y sus satélites Hacemos, Hagamos, peronistas al fin, entre otras cosas- (ver Mabel Godoy: Crónica de una fuga anticipada).
La UCR con sus aciertos y errores es la única fuerza política que garantiza a la sociedad que ninguno de sus representantes se llevará la banca a otro espacio, a los radicales nos gustaría que se condene estas actitudes desde el espacio que se los propuso y no como hizo una concejal del PRO que se deshizo en justificaciones con el sólo objetivo de culpar a sus «compañeros» internos.
Queda demostrado entonces por los hechos comentados, que la falta de ética, la irresponsabilidad, el oportunismo, son las formas para denostar a la política de valores, de compromiso social, de idoneidad, algo que nuestro populismo vernáculo, si distinción de partidos, siempre ha desconocido.